Automovilismo

Al igual que el futbol, los autos deportivos y la velocidad, también son mi pasión, ahora más que antes, y hay motivos importantes para ello.

Cursando la Preparatoria comencé a manejar gracias al apoyo de mi madre, quien me dedicó varias tardes para “intentar” perfeccionar mi manejo. Recuerdo que en aquel entonces utilizamos el estacionamiento y las rampas del centro comercial Plaza Patria, de reciente operación en Guadalajara, Jal.

El primer auto que manejé, como casi todos los jóvenes, fue un VW 1971 en color rojo, que mi abuelo Salvador compró a mi madre. Como era de esperarse, al paso del tiempo y poco a poco me fui “apoderando” del VW, al grado de tomar la decisión; con el riesgo de enfrentarme a mis padres, de pintar todo el interior en negro, lo cromado también se convirtió en negro brillante, lo bajé (recorté amortiguadores) casi hasta el piso y por si esto fuera poco, recorté la palanca de velocidades. 
Ya se podrán imaginar todo lo que sucedió y ocurrió en casa con esta decisión mía y unilateral, todo por querer estar acorde al tiempo que vivía, los amigos que tenía, las amigas que tenía, y mucho más… 

Así comenzó mi vida y cariño hacia los autos deportivos, fiebre que hasta la fecha, aún con la edad que tengo no se me quita, y dudo mucho se me llegue a quitar.
Desde entonces hasta la fecha, varios han sido los modelos y marcas de autos que he tenido, pero básicamente son dos los modelos de mi preferencia: el VW Sedán a partir del 71, y el Mustang 94 en adelante, con excepción del Mach One de los años 70´s. 

Cómo olvidar los autos de mis estimados amigos Ildefonso (Poncho) Águila Altamirano (Datsun deportivo color verde), David Álvarez Bustos, (Mustan Mach One color blaco) y Juan Carlos Guerrero Hernández (Brasilia color rojo), compañeros de estudios en La Salle de Guadalajara. 
Como era de esperarse, en varios de mis VW tuve accidentes debido a lo “bajito” del auto y la velocidad en que los manejaba. Serio problema siempre fue el tiempo de lluvias, pues se convertían prácticamente en una lancha flotante.

Jamás pensé que mi actividad profesional en TELMEX me permitiera participar activamente en las carreras de autos, y me refiero específicamente a la Serie Nascar México (Mustang), a la Súper Copa Telcel (Seat) y al Campeonato Nacional Cuarto de Milla (Dragsters).
Desde hace varios años he tenido la oportunidad de participar en la entrega de sillas de ruedas que Fundación TELMEX dona a instituciones gubernamentales en apoyo a las personas con discapacidad y de escasos recursos económicos.

Esta actividad, en cada una de las carreras realizadas en los diferentes estados del país que me ha tocado coordinar en la parte de Comunicación y Relaciones Gobierno desde mi ingreso a TELMEX, me ha permitido conocer y entablar amistad con los pilotos de Escudería TELMEX, algunos de ellos de talla internacional.

Con gran orgullo y satisfacción puedo mencionar que llevo amistad con Antonio (Toño) y Sergio (Checo) Pérez, Guillermo (Memo) Rojas, Luis “Chapulín” Díaz, Rubén Rovelo, Daniel Suárez, y de manera muy especial con Jorge Kury, piloto de Lucas Oil Products, a bordo de su impresionante Dragster DG 275.
Hoy en día los VW son sólo gratos recuerdos de mi juventud. Los Mustang y sus modificaciones para hacerlos más veloces y ponerlos casi hasta el piso, así como la velocidad que se logra al conducirlos, son experiencias que siempre estarán en mi mente y corazón.