Salvador, mi abuelo materno, nació 17 de noviembre de 1903 en Guadalajara, Jal.

Desde muy joven y hasta su jubilación en 1958, trabajo en los talleres de la casa Redonda de Ferrocarriles de México, en el Departamento de Carpintería. 

Trabajó adicionalmente en dos madererías propiedad de él mismo y sus hermanos, heredadas de su padre. 

Rentaba varias casas de su propiedad, unas compradas y otras heredadas de sus padres, y fue el encargado de poner de acuerdo a todos sus hemanos en lo relativo a herencias y repartos más convenientes. 

Se casó con mi abuela Concepción Bravo Arámbula, viviendo primeramente en una propiedad de la calle Bartolomé de las Casas, construida por ellos mismos y posteriormente se cambiaron a la calle Villagómez No. 40, en el Centro de Guadalajara, Jal.  

Muchos años después, se cambiaron a una casa en Residencial La Estancia, en Zapopan, Jal., propiedad de mi madre Sara Elba. 

Tuvo nueve hermanos y hermanas y solamente dos hijos; Salvador el mayor nacido en 1925, y Sara Elba quien nació en 1943. 

Mi querido abuelo Chava falleció el 23 de abril de 1992, en la Guadalajara, Jal., y sus restos fueron depositados en el Panteón de Mezquitán.

Con la autorización de mi padre Alfonso y mi tío Enrique (su hermano), mis hermanos (Adriana y Ernesto) y yo realizamos los trámites administrativos de ley para realizar la exhumación de sus restos, los cuales depositamos en el interior del Templo de San Roberto Abad, en un nicho especial donde a partir del sábado 14 de abril de 2018, se encuentra junto con mi abuela Concepción (su esposa) Chavita, primogénito de ellos y hermano de mi madre Sara, y mis abuelos paternos Alfonso y María Luisa (sus consuegros).  

Descanse en paz, Salvador González Morales.